Con el periplo parisino he dejado un poco de lado los asuntos de la Villa y Corte. Y hay alguno más que interesante. Así, la celebración de la victoria en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica supuso la presentación de un nuevo escenario para la mayor parte de los madrileños: la nueva explanada de Príncipe Pío, junto al río Manzanares, surgida tras el enterramiento de los túneles de la M-30. Allí se reunieron varios cientos de miles de ciudadanos para celebrar junto a la selección española el soñado triunfo en el torneo futbolístico.
Ahora yo me pregunto, ¿qué usos está planeando dar a la zona el Ayuntamiento que preside Don Alberto Ruíz-Gallardón?; siendo más claro, ¿está el consistorio madrileño pensando en dedicar la explanada de Príncipe Pío a 'MANIFESTÓDROMO'?
No sería una idea nada descabellada e incluso hasta productiva.
Durante años, muchos madrileños nos hemos quejado de que nuestras calles son el habitual 'manifestódromo' de todos los que venían a la capital a manifestarse: los agricultores con sus hortalizas, los ganaderos con sus ovejitas, los mineros con sus cascos con linterna, los funcionarios con sus papeles… la lista no tiene final. Las protestas son siempre las mismas, atascos, cortes en el tráfico en los momentos más inoportunos en las zonas del centro de la ciudad, dificultades en el acceso. Yo recuerdo que en Madrid se han llegado a convocar hasta 10 manifestaciones distintas en un solo día.
Ahora, con la explanada de Príncipe Pío, el Ayuntamiento podría estar pensando en remitir a ese lugar todas las manifestaciones. No incomodarían al tráfico y los convocantes y convocados para el acto podría gritar todo lo que quisieran sin molestar a otros.
Además, sería más fácil contabilizar a los presentes porque los expertos, más o menos, podrían calcular bien cuánta gente ha acudido al acto al saber con exactitud el conjunto de metros cuadrados de la zona. Se acabarían esas polémicas en las que los organizadores dicen que han ido más de un millón de personas y las autoridades competentes contestan que sólo han ido 15.000 personas.
No sería mala solución. Claro que, ¿estarían dispuestos los organizadores a ir con su manifestación a un sitio donde sus gritos sólo serían escuchados por los patos del Manzanares? Sinceramente, cuesta creerlo porque en una manifestación el objetivo es atraer la mayor atención posible y una de las formas de hacerlo es cortando el tráfico en el centro de la ciudad para que miles de conductores tengan que decir “me cago en…”. Es uno de los primeros requisitos para tener éxito en una convocatoria. Pero seguro que Gallardón ya tiene pensado algo en este sentido para impulsar el 'manifestódromo'.
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