Para estos días de descanso en París he optado por traerme como libro de lectura a "El Asedio" de Arturo Pérez-Reverte. Una trama de asesinatos en medio del asedio de las tropas francesas a Cádiz durante la Guerra de la Independencia. Sinceramente, no elegí este libro por el hecho de venir a Francia y meterme con los franceses; de verdad, debéis creerme. Sólo he sido consciente de esta situación de choque entre franceses y españoles esta misma tarde cuando estaba visitando la tumba de Napoleón Bonaparte en Les Invalides.
Quizá debería de haber optado por libros más basados en París, como la trilogía de Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas. Sin duda, habría sido una delicia el haber leído las aventuras de D'Artagnan, Athos, Portos y Aramís. Me voy a proponer el volver a leerlos.
También habría sido una buena opción "Guerra y Paz" de León Tolstói, donde vuelve a salir Napoleón. Aunque muy propio de la capital francesa es "Arde París", de Dominique Lapierre y Larry Collins, donde se cuentan los momentos previos a la liberación de la ciudad por parte de los aliados en agosto de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. Y más española, aunque con gran ligazón a París, está "Ninette y un señor de Murcia", de Miguel Mihura.
En este contexto hay que recordar a París Hilton, aunque sus obras completas todavía están muy lejos de entrar en los libros de literatura. Pero con el futuro, todo se andará.
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