Esta vez, los seguidores españoles no tendremos que entonar la elegía del aficionado cuando acaba el Mundial. Podemos entrar una y otra vez en Youtube y ver el gol de Iniesta, a Casillas elevando la copa y, por supuesto, las patadas de kick-boxing de los holandeses. Tras reflexionar ampliamente sobre estos últimos hechos, llegué a la conclusión de que la familia de Jean Claude Van Damme debía ser originaria de los Países Bajos.
El caso es que miré en la Wikipedia y el tal Van Damme era de los Países Bajos; bueno, precisando, es originario de Bélgica, conocidos como los Países Bajos del Sur. Aunque, sin duda, el bueno de Jean Claude ha logrado sentar cátedra en algunos futbolistas de los Países Bajos. Jong es su padawan y Van Bommel su aprendiz. Buen trabajo de Van Damme, que no de Steven Seagal, que es estadounidense.
Otra conclusión de este Mundial es que el pulpo Paul se merece el indulto. Si en Alemania no le quieren, estoy seguro de que cualquier restaurante gallego le reservará una confortable residencia en alguno de sus acuarios.
A su vez, Bobbi Eden no tendrá que hacer sexo oral con sus 75.000 seguidores de Twitter. Seguro que vio el partido en la Casa de España de Ámsterdam, o de La Haya. Su dentista se ha quedado sin hacerse rico.
Finalmente, creo haber oído decir alguna vez a José Luis Garci que el fútbol y el cine tienen una gran relación. Ayer, el partido acabó a besos como las películas “de amor”, quién lo iba a decir. ¡Qué suerte ha tenido la prensa del corazón!
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